¿Está prohibido fumar en el coche? Sal de dudas

Fumar no está específicamente penado, pero puede hacernos incurrir en una infracción.

Millones de conductores fuman mientras se desplazan por carretera para calmar la ansiedad que provoca el tráfico o por simple placer.

En este artículo práctico vamos a aclarar todas las dudas relacionadas con el tabaco y su consumo durante un desplazamiento en carretera.

Que fumar es dañino para la salud no lo dudamos nadie a estas alturas (o casi nadie), pues el humo del tabaco contiene más de 7000 sustancias, de las cuales más de 200 son nocivas y unas 70 potencialmente cancerígenas.

La simple exposición al humo del tabaco, aunque seamos fumadores pasivos, hace que aumente el riesgo de sufrir un ictus, enfermedades cardiovasculares, tumores o afecciones respiratorias como bronquitis crónicas. Hacerlo dentro de un coche, además de una distracción al volante, incrementa este efecto al tratarse de un espacio muy reducido y, a menudo, cerrado. 

«El 60% de los accidentes se produce a consecuencia de distracciones al volante»

Por esas y otras razones, muchos países han prohibido ya que se fume en el interior del coche si se viaja con menores de edad o personas de riesgo como embarazadas (Australia, Canadá, Reino unido o Francia son ejemplos de ello). Pero, ¿está prohibido fumar dentro de un vehículo en España?

¿Me pueden multar por fumar en el coche?

No está prohibido fumar dentro del coche, tanto si somos conductores como si viajamos como acompañantes. Pero eso no quiere decir que no nos puedan multar, pues la Dirección General de Tráfico es consciente del peligro que supone a consecuencia del potencial riesgo de distracción y, por tanto, de la seguridad vial.

Según la DGT; el 60% de los accidentes se produce a consecuencia de distracciones al volante, acabando el 30% con víctimas mortales. Y fumar es una de las principales distracciones, pues encender un cigarrillo supone de media cuatro segundos durante los cuales la atención principal no está en la circulación. Además, la ceniza o un descuido con el propio cigarrillo suponen en muchos casos una distracción inesperada.

Así, el Reglamento de Circulación no especifica que fumar conduciendo sea un delito, pero sí permite a los agentes de tráfico determinar si dicha acción supone en un momento dado un riesgo para la seguridad vial. Ello, por consiguiente, hace factible que recibamos una multa por fumar mientras conducimos.

Dentro del Artículo 18, apartado 1, en «otras obligaciones del conductor», encontramos un párrafo que dice lo siguiente: «El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, así como la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos (artículo 11.2 del texto articulado)».

En el caso de que un agente decida multarnos por considerar que estamos poniendo en peligro la seguridad vial por fumar, la sanción podrá llegar a ser de 100 euros en función de la gravedad de la acción. Además, por arrojar colillas o cualquier otro objeto a la calzada, etc, la sanción puede ser considerada grave y en ese caso llegará hasta los 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducción.